*Nuevos estudios sobre Vallparadís avalan por primera vez la continuidad de la ocupación humana en Europa occidental entre hace 1,3 millones y 780.000 años* *De esta manera se da respuesta a un debate científico polarizado sobre la presencia de homínidos o no a lo largo de todo este periodo* *Se ha llegado a esta conclusión tras el estudio general de las más de 30.000 piezas líticas y una muestra de poco más de 3.000 restos óseos de fauna* *También se demuestra que los homínidos se impusieron a los grandes carnívoros* Uno de los debates polarizados que durante muchos años ha tenido sobre la mesa la comunidad científica ha sido sobre la continuidad *versus*discontinuidad de las ocupaciones humanas en Europa occidental durante el Pleistoceno inferior, es decir, entre hace 1,3 millones y 780.000 años. Una investigación que ha efectuado el IPHES (*Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social*) y que recoge la revista *Comptes Rendus Palevol*(actualmente en prensa), demuestra por primera vez que sí hubo continuidad. Esta conclusión se ha obtenido gracias a la interpretación de los resultados obtenidos del estudio general de las más de 30.000 piezas líticas y una muestra de poco más de 3.000 restos óseos de fauna, que se dieron a conocer el año 2010 a través de su publicación en la revista *PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences)*. Estos restos fueron puestos al descubierto durante la campaña de excavación que el IPHES y el Área de Prehistoria de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona (URV), en colaboración con otras instituciones, y bajo la supervisión de la Generalitat de Cataluña, efectuaron entre los años 2005 y 2007. *Atapuerca y Orce* Un primer análisis de todos estos restos fósiles avala la continuidad de la ocupación humana en Europa occidental, en concreto en la Península Ibérica, desde hace entre 1,4 y 1,3 millones de años, coincidiendo con la cronología de los yacimientos Fuente Nueva y Barranco León, en Orce (Granada), y Sima del Elefante en Atapuerca (Burgos), hace 1,2 millones de años, hasta el límite geocronológico Matuyama-Brunhes, a finales del Pleistoceno inferior y inicios del superior, hace unos 780.000, que es donde se registra el final de la secuencia estratigráfica del yacimiento de Vallparadís, en Terrassa (Barcelona). La presencia de restos fósiles y de industria lítica en asociación en los cerca de 20 metros de potencia estratigráfica de Vallparadís, con algunos niveles con abundancia de material como el nivel 10, confirma la continuidad del poblamiento humano a lo largo del período cronológico en cuestión. La misma investigación constata "la similitud de la tecnología del Modo 1, utilizado en Vallparadís, con profusión de talla bipolar sobre yunque, con la de los yacimientos de Orce, por una parte, y también con las industrias de los niveles P de la Caune del Arago (Tautavel), con abundantes objetos retocados, entre los que sobresalen denticulados y retocados abruptos ", comenta *Joan García*, investigador principal que firma el artículo junto con *Kenneth Martínez y Eudald Carbonell*, los tres miembros de dicho instituto. *Más conclusiones* También se ha podido observar "la diferenciación de las herramientas encontradas en estos yacimientos con las industrias de TD6 (Gran Dolina, Atapuerca), con características estas últimas que indican un mayor desarrollo tecnológico, definido especialmente por la mayor estandarización de los objetos retocados y los sistemas de explotación", afirma Juan García. Otra de las conclusiones del trabajo es la posición de los homínidos en la cima de la *cadena trófica*, en contra de lo que defendían muchas hipótesis, que intentaban relegar los homínidos en los ecosistemas en detrimento de los grandes carnívoros (por ejemplo, *Panthera gombaszoegensis, Pachycrocuta brevirostris* o un *Felidae* indeterminado de gran tamaño en Vallparadís), o de las *condiciones climáticas hostiles*. El acceso primario de los humanos en las carcasas de los herbívoros (*hipopotamidae, rinocerontidae, cervidae*o *equidae*), demuestra que los homínidos actuaron como los máximos depredadores de la cadena trófica. Los investigadores han sabido todo esto basándose en *el cuantioso registro*descubierto en Vallparadís, tanto lítico como óseo, que han comparado con la información disponible y publicada en diferentes revistas científicas sobre los yacimientos de Orce y Atapuerca (Sima del Elefante y nivel TD6 de la Gran Dolina).
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Referencias
“Continuity of the first human occupation in the Iberian Peninsula: Closing the archaeological gap”. Garcia, J., Martínez, K., Carbonell, E., 2011. C.R. Palevol. 10 (4), 279-284.