Anatomía de la dispersión urbana en Barcelona
La dispersión urbana (sprawl) es uno de los principales problemas económicos y ambientales de las grandes ciudades: encarece el suministro de servicios públicos, obliga a largos desplazamientos entre el lugar de vivienda y el de trabajo, dificulta la oferta de transporte público, incide de forma positiva en el consumo de energía, en las emisiones de CO2 y en la huella ecológica, y supone una seria amenaza para los ecosistemas locales.
El problema de la dispersión urbana en España no puede entenderse sin tener presente las necesidades de suelo vinculadas a la amplia oferta inmobiliaria –una buena parte de naturaleza especulativa- que pretendía dar respuesta a una demanda de vivienda desbocada. La desregulación del suelo, las expectativas de valoración de los inmuebles, el blanqueo de capitales o la falta de expectativas por parte de los agricultores explican el elevado consumo de suelo que se ha dado en España durante los últimos veinticinco años.
Diferentes estudios han abordado el problema de la dispersión urbana en la Región Metropolitana de Barcelona (RMB), que consta de 164 municipios y 4.7 millones de personas. El problema de estos trabajos es que tan solo suelen ocuparse del ritmo de consumo de suelo para fines urbanos, cuando la dispersión urbana es un fenómeno de naturaleza poliédrica que requiere un análisis más profundo.
La literatura especializada detecta al menos 5 dimensiones diferentes de la dispersión urbana: a) baja densidad, b) descentralización, c) desconcentración, d) discontinuidad y e) desestructuración. Los resultados obtenidos indican que, entre 1986 y 2001, el consumo de suelo urbano en la RMB ha sido casi tan intenso como en otras ciudades españolas como Madrid o Valencia, de modo que la densidad de población y la densidad de empleo promedio han caído. Por otro lado, población y empleo se han descentralizado y desconcentrado.
En contraste con lo anterior, la RMB ni se ha fragmentado ni tampoco desestructurado, sino todo lo contrario. En la actualidad, la RMB es una región urbana más continua y mejor estructurada a partir de las infraestructuras de transporte y los centros de empleo que en el pasado reciente. Aún así, el elevado consumo de suelo supone un atentado evidente sobre la sostenibilidad global del modelo espacial de la RMB.
Referencias
Ivan Muñiz, Miquel-Angel García-López. “Anatomía de la dispersión urbana en Barcelona” Revista Eure, nº 116, pp. 191-221, 2013.