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Desarrollar estrategias efectivas para el control del mosquito tigre (Aedes albopictus), incluido entre las 100 especies invasoras más dañinas del mundo, constituye todo un reto. Para enfrentarse a él con éxito es imprescindible conocer a fondo a este insecto. Un punto clave, sobre el que es posible actuar, es su dependencia del agua estancada. Cuando se eliminan los recipientes que contienen agua estancada se impide el desarrollo de las larvas. Durante 3 años, desde 2008 hasta 2010, se estudió el control del mosquito tigre en San Cugat del Vallès. El objetivo fue múltiple, por una parte identificar las preferencias del insecto y, además, analizar las medidas preventivas que toman los ciudadanos y su predisposición a colaborar.
 
Se visitaron 3.720 propiedades y los propietarios facilitaron la inspección completa de las zonas exteriores -patios, jardines y zonas comunitarias- en 691 fincas. Se encontraron larvas en más de la tercera parte de las casas, lo que permitió identificar los principales factores de riesgo. Destacan entre los factores ambientales que favorecen al mosquito tigre la presencia de desagües, huertas y gallineros, y la acumulación de materiales, incluyendo basura. Respecto al tipo de vivienda, constituyen factores de riesgo las escuelas, las obras, las propiedades deshabitadas y algunos establecimientos comerciales como los dedicados a jardinería.


Imagen: El mosquito tigre depende del agua estancada y muestra preferencia por los contenedores pequeños. La principal medida preventiva es eliminar estos recipientes de las viviendas.

Además se entrevistó a 820 personas. Mayoritariamente afirmaban tomar medidas en su hogar. La mitad consideraba que el mosquito tigre afectaba a su calidad de vida y a la de su familia, especialmente al utilizar el jardín o la piscina. Al preguntarles sobre los efectos sobre la salud, la gran mayoría tenía picaduras recientes que atribuían al mosquito tigre. De media, cada persona tenía 5 picaduras, principalmente en las piernas. El 20% de los entrevistados indicaron que estas picaduras se habían complicado, en algún momento, con una infección. La población conocía, aceptaba y aplicaba las medidas preventivas recomendadas, evitando el agua estancada en su hogar y reduciendo la utilización de insecticidas.
 
Entre las aportaciones de este estudio destacan la identificación en nuestro país de los principales factores de riesgo relacionados con el mosquito tigre, como paso fundamental para elaborar estrategias efectivas de control. Además se obtuvo una ejemplar colaboración de los habitantes afectados, aspecto imprescindible para el éxito en las campañas de control del mosquito tigre. Los vecinos cooperaron, aplicaron medidas preventivas en sus propiedades y localizaron los posibles puntos de cría existentes en sus barrios. También mostraron preocupación por este tema y reclamaron mayor implicación de la administración pública. Gracias a estos resultados el ayuntamiento de Sant Cugat elaboró un protocolo, adaptado a las circunstancias locales, para optimizar los recursos empleados en el control del mosquito tigre.