Cuando hay pocos recursos, ¿se educa más a los hermanos mayores?
La composición de una familia recibió relativamente poca atención de investigadores hasta los años 60s, cuando los economistas Gary Becker y Jacob Mincer comienzan a estudiar los hogares sistemáticamente. Desde entonces, utilizando a los hogares como objeto de estudio - en lugar de los individuos –, se ha examinado cómo los grupos familiares toman decisiones, por ejemplo, respecto del consumo, trabajo, tiempo libre, repartición de recursos, control de natalidad, educación de los hijos (e hijas), o especialización en el trabajo.
Una parte importante de estos estudios empíricos han examinado las decisiones familiares sobre inversión en capital humano. La teoría dice básicamente que los padres intentan ser altruistas en sus decisiones familiares para beneficiar a todos por igual. Sin embargo, si los padres no poseen recursos suficientes, como dinero o tiempo, van a sesgar sus decisiones e invertir en algunos hijos más que en otros, intentando siempre maximizar el bienestar total de la familia.
Varios investigadores han examinado si el número de hermanos y hermanas de un niño está relacionado con los logros académicos que éste tiene. La mayor parte de estos estudios se han realizado en ciudades y en países industrializados. Los estudios han producido resultados ambiguos. Esto se debe en parte a la complejidad que tiene medir la escasez de recursos en un hogar, por la existencia de factores que confunden el análisis, como educación gratuita, transferencias del estado, programas de apoyo social, o porque grupos marginales son excluidos del análisis. Si tener ingresos limitados produce que los padres inviertan más en la educación de algunos hijos que en la de otros, como predice la teoría de capital humano, entonces esto debiese ser más evidente en sectores rurales de naciones más pobres.
En este estudio examinamos si las diferencias en educación en un hogar se deben a su composición. Específicamente examinamos si tener hermanos y hermanas mayores o menores afecta los años de educación de un niño o niña. Examinamos esta teoría en hogares Tsimane’, una sociedad Amazónica de horticultores y recolectores.
Los Tsimane’ son aproximadamente 15,000 individuos que viven en unas 120 comunidades principalmente en el departamento del Beni, Bolivia. Las actividades de caza y pesca son comunes durante todo el año, y la mayor parte de los Tsimane’ viven de una combinación de horticultura, pesca, y caza, así como del comercio de productos de cultivo y del bosque a través del trueque o la venta. Algunos Tsimane’, principalmente hombres jóvenes, trabajan para ganaderos, agricultores, o en aserraderos que se han instalado dentro o medianamente cerca del territorio Tsimane’. El ingreso promedio de los adultos es aproximadamente $0.90 dólares diarios.
Las primeras escuelas en la región fueron creadas en los años 50s, por misioneros norteamericanos, aunque hoy las administra el gobierno. Las clases se hacen principalmente en Tsimane’, con textos elaborados por los misioneros. A pesar de que la educación es oficialmente obligatoria, los padres y niños tienen bastante flexibilidad para elegir si asistir o no a la escuela y durante cuánto tiempo. Los niños comúnmente participan de la economía del hogar ayudando en la pesca, recolección, en labores domésticas, o agrícolas. Para este estudio incluimos a todos los hogares de 13 comunidades Tsimane’ en el año 2007.
Figura: El efecto de tener hermanos mayores en la educacion de los hermanos menores.
Los resultados del estudio sugieren que en promedio los hermanos mayores tienen más educación que los menores entre los Tsimane’. Específicamente, tener un hermano o hermana mayor disminuye la probabilidad del niño o niña de asistir a la escuela, y también el promedio de años de educación formal que recibe.
Hay al menos dos razones que podrían explicar esto. La primera es que con recursos limitados los padres tienen incentivos para invertir en educación pues ésta tiene relativamente alto retornos económicos, e invertirían en los mayores pues éstos contribuirían antes al hogar. La segunda razón es que los mayores gastarían los ahorros familiares para asistir a la escuela, y entre más niños, el hogar cuenta con menos recursos disponibles. No encontramos diferencias entre niños y niñas y esto posiblemente se explica debido a su contribución igualitaria a la economía del hogar.
En estudios anteriores no hemos encontrado tampoco diferencias en indicadores de bienestar o salud entre niños y niñas. Los resultados confirman la predicción de la teoría de capital humano: con recursos escasos, lo padres sesgan su inversión en capital en algunos niños para maximizar el bienestar del hogar.
Referencias
Zeng, W., Undurraga, E. A., Eisenberg, D. T. A., Rubio-Jovel, K., Reyes-García, V., TAPS Bolivia Study Team, & Godoy, Ricardo (2012). Sibling composition and child educational attainment: Evidence from native Amazonians in Bolivia. Economics of Education Review, 31(6), 1017-1027.