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En un lugar como Cataluña, donde la exploración del territorio por parte de los botánicos se remonta al siglo XVIII, encontrar nuevas especies de plantas es un hecho muy poco frecuente. Sin embargo, en contra de lo que la gente piensa, las nuevas especies no se encuentran en "mundos perdidos" o bien en lugares inaccesibles y remotos, sino que más bien al contrario, suelen ser plantas que ya han sido encontradas y recolectadas.

Generalmente, estas nuevas especies pertenecen a grupos de identificación compleja que se acaban guardando en los herbarios, muchas veces sin identificaciones precisas e incluso erróneas. Una de las tareas de los taxónomos es, pues, revisar estos materiales de herbario, a veces siendo el primero que lo hace en muchos años, aplicando los nuevos conocimientos adquiridos sobre el grupo al que pertenece esa planta en concreto y también las novedades técnicas al alcance.

En este contexto, en el año 2008, mientras se llevaba a cabo el trabajo de recopilación de datos para elaborar el "Llibre Vermell" de la flora de Cataluña, nos dimos cuenta de que había una cita del endemismo Centaurea emigrants en el desfiladero de Tres Ponts, una localidad apartada de los lugares habituales donde se puede encontrar esta planta (Sierra del Montsec y otras sierras marginales prepirenaicas).

La curiosidad nos llevó a Tres Ponts en busca de esta población para comprobar si realmente correspondía o no a Centaurea emigrants. Es aquí donde comienza un largo camino de estudio realizado en el contexto de la tesis doctoral del primero de los autores, en el que se encuentra, además, que las plantas de Tres Ponts también habían sido recolectadas e identificadas como Centaurea pectinata, una especie distinta de la primera en base de datos morfológicos, genéticos y ecológicos.

En un principio esto hizo pensar en la posibilidad de que la población de Tres Puentes fuera un híbrido entre estas dos especies, y aunque no se puede descartar de manera absoluta en base a los datos actuales, esta hipótesis fue perdiendo fuerza debido a las evidencias que iban surgiendo a medida que se hacía el estudio del ADN.

Las evidencias llevaron, pues, a reconocer esta población de Tres Ponts como una nueva especie del Prepirineo catalán, la Centaurea tripontina, con ayuda del estudio morfológico y anatómico de sus diferentes órganos (hojas, flores, tallos etc.). Ciertos caracteres microscópicos de su epidermis y las singularidades de diversas regiones de su ADN, que la hacen única y diferente de las dos especies más cercanas desde el punto de vista morfológico y geográfico: Centaurea emigrants y Centaurea pectinata.

Esta nueva especie, que vive en acantilados calcáreos, nace pero con un futuro incierto debido a las amenazas a que el ser humano le está sometiendo y a la debilidad que presentan sus poblaciones desde un punto de vista demográfico. Centaurea tripontina está expuesta a dos amenazas fundamentales: la primera y más evidente es una posible ampliación de la carretera C-14 que une Cataluña con Andorra y que transcurre por medio del desfiladero de Tres Ponts, y una segunda que no por ser más discreta resulta menos peligrosa que es la apertura de nuevas vías de escalada en el desfiladero que invaden el hábitat de paredes rocosas donde vive. Para intentar minimizar estos impactos, Centaurea tripontina será incluida en el próximo catálogo de flora amenazada de Cataluña y por lo tanto tendrá protección legal. Junto con esta protección legal, el estudio de ciertas regiones del ADN y el seguimiento de la evolución demográfica de las poblaciones ayudará a establecer medidas que garanticen su conservación y pervivencia futura.

Finalmente, es importante dejar constancia de que una especie no es una cualidad de la vida que los científicos se limitan a descubrir si no que es un concepto científico que utilizamos para aprender la diversidad de la vida y por tanto, cambiando en la medida en que lo es la actividad científica. Es decir las especies no son entes inmutables, cambian con el tiempo, evolucionan, pero también evoluciona y cambia la idea que nosotros tenemos respecto a lo que las especies son. Es por eso que lo que hoy consideramos una especie puede no serlo mañana y viceversa, lo que actualmente es una única especie puede ser dividido en varias en base a estudios futuros. Lo que no debe cambiar es nuestro respeto por la naturaleza y nuestra voluntad por conservarla, pues no podemos saber dónde se encuentra escondida la próxima nueva especie que espera a ser (re)descubierta.