El procesamiento cerebral de los valores sagrados y la disposición a la violencia extremista: indicios de moderación por influencia del entorno
Varios equipos de investigación de Artis International y de la UAB han llevado a cabo estudios sobre conflictos armados a lo largo de las últimas décadas, centrados en primera instancia en factores culturales y de comportamiento que pueden conducir al extremismo violento. Se ha incidido, sobre todo, en la fuerza motivadora y combativa de los valores sagrados: los principios morales más resistentes e inamovibles ante las formas convencionales de compromiso y negociación. Los equipos de investigación han establecido que los valores sagrados representan un reto inmenso a la hora de contrarrestar la radicalización con esfuerzos basados en incentivos materiales o en sanciones, estudiando su papel en conflictos de alta intensidad como, por ejemplo, la confrontación crónica entre Israel y Palestina y también el surgimiento y los diversos escenarios de actuación de la organización califal ISIS, en Irak y Siria.
El objetivo primordial de estas indagaciones es intentar mejorar la comprensión de los fundamentos psicológicos y neurocognitivos de los procesos de radicalización de los jóvenes combatientes y de los simpatizantes, en entornos próximos y lejanos al conflicto, para encontrar maneras de interactuar con ellos y favorecer las aproximaciones efectivas hacia una desradicalización siempre difícil.
En la investigación que ahora publica la Royal Society Open Science se estudió, con técnicas de neuroimagen, el cerebro de 30 jóvenes de origen paquistaní mientras respondían cuestiones sobre la defensa de valores sagrados y no sagrados. La muestra fue reclutada en Barcelona a lo largo de un trabajo etnográfico de dos años (2014-2016), que requirió entrevistas en profundidad a más de un centenar de individuos. Todos los que pasaron por los escáneres se manifestaron simpatizantes de la organización radical yihadista Lashkar-et-Taiba, responsable de los atentados de Bombay de 2008 y del ataque al Parlamento indio del 2001.
Un primer experimento se centró en identificar las variaciones de actividad neural implicadas al procesar valores sagrados versus no sagrados, registrando el trabajo cerebral en tiempo real. Cada individuo fue expuesto a un conjunto de afirmaciones, algunas relacionadas con los valores sagrados (p.e. maneras de exponer al profeta Mahoma o el estatus de Cachemira) y otros de su cultura, pero sin esta valía. Todos fueron preguntados sobre la disposición a luchar y morir por defender cada uno de los valores.
Un segundo experimento examinó los efectos de la influencia de la opinión del entorno social próximo, sobre el grado de disposición a luchar y morir por los mismos valores, mientras se registraba nuevamente la actividad cerebral. Por tanto, los sujetos eran expuestos a los mismos valores sagrados, pero ante cada opción se añadía la media de la disposición a luchar y morir de la comunidad paquistaní próxima. Los participantes eran confrontados a la opinión (ficticia) del entorno, que podía contradecir, igualar o exceder su propia propensión a luchar y morir en defensa de cada valor.
Tal como cabía esperar, la convicción de luchar y morir fue mucho más intensa cuando se invocó el combate por los valores sagrados. Los análisis detectaron diferencias discernibles en la actividad cerebral, en función de si los participantes manifestaban disposición al sacrificio máximo ante valores sagrados o no sagrados. Varias áreas del cerebro relacionadas con la toma de decisiones razonadas y de coste-beneficio, como la corteza prefrontal dorsal lateral (dlPFC), la circunvolución frontal inferior (IFG) y zonas de la corteza parietal, mostraron una actividad reducida al invocar el combate por los valores sagrados. Además, las decisiones ante este tipo de valores se tomaban mucho más rápidamente.
El procesamiento de los valores sagrados opera, por tanto, atenuando las facultades deliberativas del cerebro, al tiempo que promueve una respuesta mucho más veloz. Esto implica una toma de decisiones más automática y menos basada en el cálculo, la ponderación y las consideraciones reflexivas.
Los datos del segundo experimento sugirieron que la disposición a luchar y morir podía moderarse y virar hacia la ponderación cuando la opinión manifestada por los miembros de la comunidad más próxima era de este signo. Además, la neuroimagen detectó una mayor actividad en la dlPFC, lo que sugiere que la influencia del entorno social puede favorecer una inclinación hacia una toma de decisiones más deliberativa, con una disminución de la disposición a la violencia y al auto-sacrificio.
El estudio proporciona, por tanto, indicios neurocognitivos muy aprovechables sobre cómo el cerebro radicalizado procesa la adopción de opciones violentas. Pone de manifiesto, de hecho, las limitaciones de los procedimientos de resolución de conflictos basados, solo, en la persuasión derivada del coste-beneficio (incentivos económicos o materiales, penas de prisión u otras medidas de imposición de costes). Los hallazgos sugieren que todos estos enfoques van dirigidos a procesos de decisión que son claramente atenuados o silenciados cuando se invoca la lucha por los valores sagrados.
A pesar de que se conoce que los valores sagrados son bastante encapsulados y resistentes a la influencia de la opinión del entorno, los hallazgos indican que este factor puede trabajarse de cara a intentar reducir la tentación de la violencia. El hecho de que las facultades cerebrales deliberativas se refuercen al invocar las actitudes de los conocidos más próximos sugiere una vía de actuación hacia la mitigación de la voluntad de luchar y morir por los valores sagrados a través de la familia, los amigos y los grupos comunitarios.
Artis International
Referencias
Hamid N et al. (2019). Neuroimaging ‘will to fight’ for sacred values: an empirical case study with supporters of an Al Qaeda associate. R. Soc. open sci. 6: 181585. DOI: http://dx.doi.org/10.1098/rsos.181585