Experimento sísmico en el Atlas: acaba la primera fase de la investigación
Coordinados por la UAB y el CSIC, 70 investigadores han participado durante el mes de mayo en el proyecto SIMA, registrando el perfil sísmico de la cordillera del Atlas a lo largo de 700 kilómetros. El experimento, uno de los más importantes de Ciencias de la Tierra que se ha realizado en África, forma parte de una investigación que tiene como objetivo el estudio de la estructura profunda de la corteza terrestre y del manto superior en el noroeste de la placa africana.
El experimento, llevado a cabo entre el 28 de abril y el 10 de mayo, ha consistido en la adquisición de un perfil sísmico de refracción/gran ángulo a través de las montañas del Atlas de Marruecos y ha requerido la participación de 35 investigadores europeos y norteamericanos y 35 marroquíes. La UAB ha participado con 14 miembros, -4 profesores e investigadores y 10 estudiantes-.
Para obtener este perfil, los investigadores han producido ondas sísmicas controladas mediante la detonación de una tonelada de explosivos enterrados en el subsuelo en 6 puntos de la cordillera. La energía liberada se ha registrado en 900 estaciones sísmicas portátiles, separadas entre sí unos 700 metros y desplegadas en una línea de 700 km, entre el estrecho de Gibraltar y el desierto del Sahara.
El objetivo del proyecto SIMA es la investigación de la estructura profunda de la corteza terrestre y el manto superior en el noroeste de la placa africana, mediante la obtención de una imagen de alta resolución de la discontinuidad de Mohorovicic -la zona de transición entre ambas partes, situada a unos 35 kilómetros de profundidad- y otras interfases en este sector. Los investigadores pretenden así conocer los mecanismos que levantan el relieve en el interior de las placas y las causas del riesgo sísmico asociado.
El proyecto surgió a raíz de una serie de investigaciones geológicas del Departamento de Geología de la UAB sobre la tectónica de la cordillera del Atlas, en las que se pusieron de manifiesto las singularidades de esta cordillera en cuanto al elevado relieve y la modesta cantidad de acortamiento orogénico registrada por las estructuras tectónicas. El núcleo del proyecto SIMA ha sido financiado por un proyecto I+D del Ministerio, al cual se ha añadido la participación de otros programas españoles (Consolider), europeos (Eurocores) y norteamericanos, que en conjunto forman un consorcio dedicado a la evolución geodinámica del Mediterráneo occidental.
Ha sido un proyecto interdisciplinario e internacional de gran envergadura, en el que han participado el Instituto de Ciencias de la Tierra "Jaume Almera" del CSIC (R. Carbonell, J. Gallart), el Departamento de Geología de la UAB (A. Teixell, M.L. Arboleya), la Universidad de Salamanca (P. Ayarza), la Rice University de Houston (A. Levander), el consorcio sismológico IRIS-PASSCAL de Estados Unidos (M. Recio), el Instituto Científico de Rabat (M. Harnafi), y las Universidades de Marrakech (A. Kchikach, M. Amrhar) y Fez (M. Charroud).
