La aportación de Menéndez Pelayo a la filosofía española
El siguiente trabajo ha entendido que la obra de Marcelino Menéndez Pelayo es ampliamente conocida y en los últimos años se ha visto aliviada progresivamente de muchos prejuicios de origen ideológico, que se habían colocado en el camino del estudioso y del lector. Por otro lado, también ha observado que si bien ha sido conocido ampliamente en el ámbito próximo al trabajo histórico y literario, apenas contamos con obras que profundicen generosamente su tarea como pensador, haciendo especial énfasis en la filosofía y en la estética.
Inmerso en el pensamiento español contemporáneo, Menéndez Pelayo participa de las maneras de hacer filosofía desde la perspectiva hispana, es decir, no creando un sistema desencarnado de la vida, sino manifestando a lo largo de su ingente obra, una manera de expresarse, dando la cara a la literatura y al arte.
Menéndez Pelayo participa de una conciencia filosófica que se traduce en un estilo o forma de contemplar los acontecimientos muy determinada por la impronta recibida de la Escuela de Barcelona. La huella dejada por sus maestros catalanes, lejanos y próximos: Martí d´Eixalá, Llorens y Barba y Manuel Milá y Fontanals, dejó una herencia manifestada en la búsqueda de lo concreto, desde la conciencia individual y colectiva. Un modo de pensar que siempre lleva el elemento histórico, la contextualización de los hechos en el análisis, el estudio de las realidades en cuanto condicionadas por los hechos.
Gracias a este talante libre de la Universidad de Barcelona, nuestro autor evitó las tendencias extremas vigentes; el krausismo y el escolasticismo, escapando de la posición dogmática que intuía en ambas posiciones. Un complemento a esta formación, es el que recibe de manos de don Gumersindo Laverde, que supuso un cambio de rumbo en los trabajos intelectuales del ya licenciado Menéndez Pelayo.
Menéndez Pelayo no se somete a una definición única de filosofía. Entiende ésta como una noble aspiración por alcanzar una síntesis suprema de lo diverso con lo idéntico. De manera que las ciencias particulares han de encontrar su origen y fundamento en la primera ciencia, la metafísica. De acuerdo con esta visión, señala unas tradiciones filosóficas genuinamente nacionales. Se refiere así, al lulismo, al vivismo y al suarismo. Entre las escuelas, destaca el criticismo y el espíritu armónico.
En este breve resumen, también se señalan algunas ideas que sobresalen en nuestro autor, expresadas en su generosa obra: ciencia, filosofía y sociedad, el buen hacer en la filosofía, el escepticismo, criticismo, empirismo, eclecticismo y escolasticismo. Ya en el terreno propiamente estético: la filosofía y el arte, el desinterés estético, la belleza como viviente armonía y como fuerza; la filosofía y la autonomía del arte, el arte en relación con la vida espiritual y moral, la intuición artística y su vínculo con la intuición filosófica, la historia y la literatura como obras de arte.
Ideas expresadas en la Historia de los Heterodoxos Españoles, los Estudios y Discursos de Crítica Histórica y Literaria, la Ciencia Española. En el ámbito estricto de la estética, destaca su valiosa aportación desde sus obras: pero de una forma muy precisa, en los Ensayos de Crítica Filosófica, el Tratado Elemental de Estética, y en la Historia de las Ideas Estéticas.
Hay que entender, por tanto, que Menéndez Pelayo ha realizado una gran aportación a la historia del pensamiento español, si bien, a pesar de que no posee obras de madurez que contemplen de forma explícita este objetivo en forma de sistema, afirmamos que nuestro autor ha contribuido con contenidos, métodos y actitudes interesantes, a la elaboración de nuestro pensamiento, pasando por el gran saber de la estética.
Referencias
"La aportación de Marcelino Menéndez Pelayo a la Filosofía Española", tesis doctoral de Fernando Cabrero presentada el 22 de Febrero de 2013 en el Departamento de Filosofía de la UAB.