• Portada
02/2015

La caza con arco durante el Neolítico podría haber ayudado a la cohesión social

Se han recuperado tres arcos de madera de tejo de hace más de 7.000 años en el yacimiento de La Draga (Banyoles, Girona), que constituyen la evidencia más antigua de arquería neolítica europea y representan los primeros ejemplos de la tradición tecnológica de manufactura de arcos con madera de tejo, que ha pervivido durante milenios. El escaso aporte de la caza al conjunto de la dieta permite suponer que su función trascendía la estrictamente subsistencial, siendo la caza un elemento que permitiría reforzar el sentido de colectividad y la cohesión social.

Durante los trabajos de excavación llevados a cabo el año 2012 en el poblado neolítico de La Draga (Banyoles, Girona) se recuperó un arco entero manufacturado con madera de tejo (Taxus baccata). En campañas previas ya se habían descubierto otros dos fragmentos de arco elaborados con el mismo tipo de madera. Este conjunto constituye la evidencia más antigua de arquería en las sociedades campesinas del neolítico europeo.
 
Los arcos de madera representan una parte importante del instrumental de caza y de guerra de las sociedades prehistóricas. Sin embargo, debido a su naturaleza perecedera, es difícil que este tipo de armas se preserven en contextos arqueológicos antiguos, por lo que el conocimiento acerca de su función y significado es escaso. Este hecho cobra más importancia en las sociedades del Neolítico, dado el peso que alcanzan la economía agrícola y ganadera, así como la disminución significativa del valor económico de la caza y las evidencias escasas de conflictos bélicos.
 
El conjunto de los tres arcos procedentes de La Draga constituye un descubrimiento singular debido a su antigüedad (5300-5000 años en cronología cal BC) y buena preservación. Estos son los únicos arcos neolíticos atribuibles al sexto milenio cal BC, y los únicos recuperados hasta el momento en el ámbito mediterráneo. La elección de la madera de tejo para su realización no es casual. A partir del Neolítico se generaliza el uso de esta madera dadas sus propiedades óptimas para la arquería, al ser una madera de crecimiento lento, dura y flexible, con una excelente resistencia mecánica.
 
El tamaño propuesto para los arcos recuperados en La Draga es muy diverso. El arco completo recuperado durante las excavaciones arqueológicas del año 2012 tiene una longitud de 1.080 mm, una anchura máxima de 25 mm en la zona medial, y un espesor de 15 mm. Estas dimensiones son sensiblemente inferiores a la media del resto de arcos neolíticos europeos. Sin embargo, las dimensiones de las partes conservadas de los otros dos arcos de La Draga permiten suponer para ellos un tamaño mayor, similar al conjunto de arcos europeos.
 
Una de las cuestiones que se tratan en el artículo es la función de los arcos en el contexto de las primeras sociedades campesinas. En el caso del poblado de La Draga, la subsistencia se fundamentó sobre prácticas agrícolas y ganaderas. Los estudios arqueozoológicos muestran cómo la caza alcanzó un rol menor en las estrategias económicas desarrolladas en la apropiación y producción de alimentos. De las 51 especies animales documentadas en La Draga, los mamíferos silvestres alcanzan un escaso 3,87% en base a sus restos óseos, por lo que la caza no parece haber tenido una importancia crucial en términos de subsistencia. Sólo aquellos mamíferos silvestres de tamaño grande o medio como los uros, ciervos, jabalíes o cabras monteses pudieron haber aportado cierta cantidad de alimentos cárnicos. La caza del resto de animales bien pudo ser oportunista o quizás haber respondido a otros fines, como la consecución de pieles u otras materias primas.
 
Imagen 1: Bucráneo de bóvido recuperado en el yacimiento. Corresponde a un uro salvaje extinguido en la actualidad y cazado durante el neolítico por la comunidad de La Draga.
 
Sin embargo, la abundancia y diversidad de proyectiles documentados en La Draga es remarcable. En este sentido, y trascendiendo su carácter productivo, se ha argumentado que la caza alcanzó un valor social importante en las primeras sociedades campesinas. Los datos etnoarqueológicos así parecen avalarlo. Mientras en algunos casos el valor del prestigio está ligado al tipo de animal cazado, en otros casos se relaciona más con la distribución que se realiza de la presa que con el propio abatimiento del animal. Consecuentemente, las presas de mayor tamaño, como recurso colectivo, podrían haber jugado un rol importante, incluso en casos en los que constituyeran un recurso puntual o esporádico. La arquería neolítica podría haber tenido una función importante en términos de cohesión social y de colectividad, además del prestigio potencial conferido a la actividad cinegética o a los individuos involucrados en la misma.
 
Imagen 2:Proyectiles en sílex y hueso utilizados en La Draga para cazar.

Los tres arcos recuperados en La Draga, además de constituir un documento material único de la arquería y de la tecnología cinegética del Neolítico inicial, constituyen una evidencia arqueológica única para evaluar el rol social de la caza en las primeras sociedades campesinas, así como para abordar aspectos cruciales como la especialización económica, la división del trabajo y la naturaleza del acceso a los recursos.
 
El proyecto científico en el yacimiento arqueológico de La Draga se lleva a cabo conjuntamente desde la UAB, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Museo de Arqueología de Catalunya y el Museo Arqueológico Comarcal de Banyoles.
 
Image superior izquierda: Fragmento de arco recuperado el año 2002.

Raquel Piqué

Referencias

Piqué, Raquel; Palomo, Antoni; Terradas, Xavier; Tarrús, Josep; Buxó, Ramon; Bosch, Àngel; Chinchilla, Júlia; Bodganovic, Igor; López, Oriol; Saña, Maria. Characterizing prehistoric archery: technical and functional analyses of the Neolithic bows from La Draga (NE Iberian Peninsula). Journal of Archaeological Science. 2015, vol. 55, p. 166-173. doi: 10.1016/j.jas.2015.01.005.

 
View low-bandwidth version