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En el trabajo publicado recientemente en la revista de la Universidad Complutense de Madrid, Política y Sociedad, presentamos un análisis cualitativo sobre los discursos sociales que padres e hijos/as (adolescentes) desarrollan acerca de las dimensiones de la educación y la autoridad paternas. Se trata de un trabajo inscrito en el proyecto I+D: “La implicación paterna en el cuidado de los hijos en España” (CSO2012-33476), financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y dirigido por el profesor del departamento de Sociología de la UAB, Lluís Flaquer. Se trata de un trabajo y de un proyecto ya finalizado que han dado como resultados diversas publicaciones, entre las que cabe destacar la próxima edición de un libro sobre la temática de la implicación paterna en España, editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

En lo relativo al trabajo aquí reseñado, en la fase empírica cualitativa del proyecto, se diseñaron 10 grupos de discusión, ocho con padres y dos con hijos, en dos grandes ciudades españolas, Madrid y Barcelona. Los datos analizados, por tanto, se circunscriben a distintos perfiles sociales de padres e hijos/as de zonas urbanas.

El análisis que hemos realizado se inscribe en el contexto teórico que afirma la sucesión de cambios en la institución paterna respecto al modelo tradicional de padre y, más concretamente, en las dimensiones relativas al papel normativo de la paternidad. Desde el análisis sociológico del discurso, los resultados nos permiten afirmar la hipótesis de la redefinición del papel del padre, así como cierto desdibujamiento de la jerarquía que tradicionalmente regulaba las relaciones paternofiliales.

Los resultados sugieren que el proceso de individualización que vive la institución paterna en particular, y las relaciones familiares en general, dificultaría a los padres la definición y establecimiento de normas y pautas compartidas que transferir a los hijos/as, así como su cumplimiento. Ello sería consistente, por una parte, con aquellos trabajos que señalan la falta de consenso social en la definición de la institución paterna, así como la creciente fragmentación social y la diversidad de contextos institucionales donde la institución paterna se desarrolla en la actualidad.

En relación a la educación, la individualización no tendría los mismos efectos para todos los grupos sociales. Entre los padres laboralmente estables y con estudios predomina un discurso motivador y basado en acrecentar las competencias y posibilidades de desarrollo de los hijos, mientras que los padres con bajos estudios estarían más centrados en la transmisión moral. Ello supondría, en efecto, la orientación de pautas desiguales de educación entre distintos grupos sociales.

En relación a la autoridad, la paternidad emergente tendería a combinar cierto control y normativización, con comunicación, diálogo y, especialmente, expectativas de aceptación normativa de los hijos por parte de los padres. Lo que estaría relacionado con el incremento de la capacidad de los hijos de hacer valer sus deseos e intereses particulares, y con ello la necesidad de renegociación.

Con todo ello, se impone la siguiente implicación: la tendencia emprendida por las nuevas paternidades, en que los padres se definen más orientados a los hijos, más afectivos y comunicativos, parece tener como correlato un vaciamiento progresivo de la función simbólica paterna, con las dificultades asociadas a la transferencia de pautas y normas sociales a los hijos que ello implicaría.