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01/2009

La hormiga de jardín invasora nos avisa que vendrán más

L. neglectus i L. turcicus
¿Qué puede explicar el gran éxito de esta y otras hormigas invasoras? Es sabido que los insectos sociales (abejas, hormigas, avispas y termitas) viven en colonias en las que todos los miembros cooperan en las tareas. En condiciones naturales las colonias diferentes compiten por los mismos recursos y esta competición, a menudo con agresión territorial, crea un equilibrio en el que las colonias se mantienen a raya. Por el contrario, las hormigas invasoras muestran un nivel suplementario de cooperación, abandonando toda agresión entre colonias. Esto lleva a una red enorme de nidos, las supercolonias, que son un poder frente al que las hormigas nativas no tienen nada que hacer. Toda una lección de la biología.

Las hormigas son invasoras excelentes: de las 100 peores especies invasoras en el mundo, cinco son hormigas. Los trabajos recientes en otra especie, la hormiga de jardín invasora (Lasius neglectus), en plena expansión en Europa, nos dicen un poco el porqué algunas especies pueden ser tan buenas invasoras. Y en avisan que, de las más de 12500 especies de hormigas que se conocen, bastante más nos pueden dar dolores de cabeza si no se toman medidas apropiadas. Una de las claves es que las hormigas invasoras son aquellas especies que forman redes de nidos, con muchas reinas que se aparean bajo tierra y no hacen enjambres. Un equipo de 20 investigadores, centrado en las universidades de Copenhague (Dinamarca) y Regensburg (Alemania) hemos estudiado esta especie, cuyo nombre indica bien que había sido largamente negligida: su descripción -que no su existencia- data de 1990.

Desde entonces se ha detectado en más de 100 localidades en muchos países europeos. Se encuentra en parques y jardines, donde elimina rápidamente las especies nativas y a veces entra en las casas, donde es un verdadero problema. Tiene el aspecto de la hormiga negra de jardín pero es algo más pequeña y de color café-con-leche, y su actividad en los árboles es hasta nueve veces superior. Puede proliferar en zonas templadas de Europa y Asia, siendo la primera hormiga plaga que puede invadir estas zonas frías, hasta ahora no afectadas por otras plagas más tropicales. Hacia el norte, ha llegado a Jena (Alemania), Gantes (Bélgica) y Varsovia (Polonia).


Fig. 2. Formas típicas de organización colonial. Los nidos cercanos (círculos en blanco) pertenecen a colonias (círculos grandes en color) y a diferentes escalas que permiten grados variables de coexistencia con otras especies de hormigas (círculos negros).

 

Las colonias de hormigas usuales suelen ser sociedades pequeñas, que compiten con las vecinas, pero las hormigas invasoras pueden integrar enormes supercolonias de miles de nidos en colaboración. Se había discutido mucho el cómo y el porqué de este cambio en la estructura social. En este trabajo se presenta el primer estudio integrado del comportamiento, morfología, genética de poblaciones, reconocimiento químico y carga de parásitos comparativamente entre L. neglectus y la especie hermana, no invasora, L. turcicus. Se demuestra que las condiciones para desarrollar este síndrome de hormiga invasora ya se encuentran en las poblaciones de origen. Sin embargo, la capacidad de invadir sólo se expresa del todo cuando las hormigas se han escapado de sus enemigos naturales, como los parásitos y patógenos, lo cual tiene lugar cuando llegan a localidades lejanas, en las que los parásitos y enemigos locales no han tenido tiempo de adaptarse y responder a los recién llegados.

Además, también se ha detectado estos rasgos biológicos proclives a la invasión en la hormiga de jardín turca (Lasius turcicus), hasta ahora del todo inconspicua e inofensiva. Esto implica que el transporte involuntario, pero real y efectivo, que hacemos los humanos en el tráfico internacional y el comercio que caracterizan la sociedad actual lleva indefectiblemente al transporte de especies hacia hábitats nuevos. Ello puede perturbar el equilibrio del ecosistema favoreciendo la transición de especies introducidas a plagas que pueden ser devastadoras. Sólo la toma de conciencia sobre este problema, y un control más cuidadoso del comercio global, pueden ayudar a frenar el problema de las especies exóticas invasoras.

Más información de L. neglectus en: http://www.creaf.uab.es/xeg/Lasius/Espanol/indice.htm

Xavier Espadaler
Universitat Autònoma de Barcelona

Referencias

Cremer, S.,et al. The evolution of invassiveness in garden ants. PLoS ONE 3(12): e3838 doi:10.1371/journal.pone.0003838

 
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