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05/2007

La impaciencia genera desigualdades sociales

La impaciència genera desigualtats socials
La adaptación de una sociedad autosuficiente hacia un modelo de economía de mercado comporta nuevas desigualdades sociales. Un factor subjetivo influye decisivamente en la configuración de estas desigualdades: la paciencia. Según este estudio, las personas impacientes tienen menos propensión a valorar la escolarización, que comporta más oportunidades de tener un trabajo asalariado a la larga.

En el artículo ofrecemos una explicación de los orígenes de la desigualdad económica cuando una sociedad económicamente autosuficiente se abre a la economía de mercado. El primer eslabón de la cadena lo encontramos en el nivel de paciencia de las personas, que determina la acumulación de diferentes tipos de conocimiento, lo que a su vez determina la auto-selección en trabajos diferentes, lo cual a su vez contribuye a la desigualdad económica. Asumimos que en una sociedad autosuficiente la paciencia viene predeterminada. Además, en este tipo de sociedades la gente utiliza exclusivamente su conocimiento tradicional del ecosistema para su supervivencia.

Con la llegada de las escuelas, la gente paciente es más propensa a adquirir educación formal mientras que la gente impaciente continúa utilizando el conocimiento tradicional. Los impacientes no se sienten inclinados a ir a la escuela porque la educación escolar sólo da beneficios en el largo plazo, y prefieren seguir usando el conocimiento tradicional, del cual ven los beneficios en el corto plazo.  Pero en el largo plazo la educación escolar abre las puertas a nuevas oportunidades laborales fuera de la comunidad, mientras que la gente que sólo tiene conocimiento tradicional no puede acceder a esos trabajo. La autoselección en diferentes trabajos con diferentes salarios es una causa directa de las desigualdades económicas.

Para probar la veracidad de la explicación, utilizamos información de los Tsimane', una sociedad de cazadores-recolectores de la Amazonía Boliviana. Recogimos la información en dos etapas, primero durante un año (entre 1999 y 2000), y segundo en una entrevista de seguimiento en 2004.  Entrevistamos a los 151 adultos de todos los hogares (n=48) de dos comunidades con diferentes niveles de integración a la economía de mercado.  Hayamos que durante 1999-2000 las personas más impacientes tenían (a) mejores conocimientos tradicionales y menores niveles de escolaridad, (b) menores probabilidades de tener un trabajo asalariado, y (c) mayores probabilidades de trabajar en las comunidades.  También hayamos que la gente que había sido paciente en 1999-2000 tenía más ingresos por salario y más riqueza en el año 2004.

Victoria Reyes Investigadora ICREA

Referencias

The origins of monetary income inequality - Patience, human capital, and division of labor

 
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