UABDivulga - Barcelona recerca i innovació

Los votantes a menudo confían en la personalidad que intuyen de los candidatos como atajos para tomar decisiones electorales. De hecho, podemos extender la creencia de que los políticos tienen que representar su electorado en cuanto a sus rasgos sociodemográficos, y esperar que también sea deseable que los representen en el ámbito de la personalidad. Aun así, esto es difícil, puesto que algunos trabajos empíricos sugieren que los políticos tienen unos rasgos de la personalidad diferentes de los de la ciudadanía.

Esta investigación pretende examinar las similitudes y diferencias en cuanto a los rasgos de personalidad de representados y representantes en el territorio español. En concreto, queremos saber hasta qué punto los políticos “representan” la personalidad de sus electores. Nuestra metodología descansa sobre dos encuestas representativas: una para los ciudadanos y otra para los diputados. Realizadas entre abril de 2018 y el enero de 2019, estas encuestas capturaron los rasgos de personalidad de ambos grupos centrándose en los cuatro partidos españoles más grandes en aquel momento: Ciudadanos, PSOE, PP y Podemos.

Los hallazgos indican distinciones notables en cuanto los rasgos de personalidad entre ciudadanos y políticos en España. Los políticos españoles son más sociables e imaginativos que los ciudadanos españoles en general, así como a menos perezosos y artísticos. En cuanto a las principales formaciones políticas, se observa que los políticos del partido Ciudadanos son menos nerviosos que sus votantes y que cualquier otro ciudadano o político. Respecto al PSOE, los políticos parecen ser más 'reservados' que sus votantes. En el caso del PP, sus votantes son menos artísticos que los representantes. En lo que respecta a Podemos, destaca al adjetivo 'crítico', de manera que los políticos tienden a juzgar más al prójimo que a sus votantes. Además, Ciudadanos destaca por su homogeneidad interna, que se mantiene tanto entre los políticos como entre los simpatizantes del partido. A la vez, Podemos presenta un alto grado de coherencia entre sus votantes potenciales y los representantes, siendo la formación que más bien representa a sus simpatizantes en términos de personalidad; a diferencia del PP, que presenta las diferencias más grandes observadas en cuanto a la personalidad de representados y representantes.

A pesar de que nuestro estudio proporciona conocimientos valiosos sobre la dinámica de la personalidad dentro del panorama político español, también reconocemos ciertas limitaciones. La validez de las medidas de personalidad continúa siendo un aspecto crítico que merece una exploración más profunda, y en la investigación futura se tendrían que utilizar baterías más extensas para medir la personalidad. Además, creemos que habría que tener en cuenta otras características psicológicas relevantes, como por ejemplo la vocación de servicio público y la ambición, puesto que una de las conclusiones del estudio es que hay una “personalidad política” que hace que nuestros representantes sean más extravertidos y trabajadores. Estos rasgos pueden hacer que una persona sea más apta para el cargo y probablemente encaje mejor con la vocación de servicio público y/o ambición política.