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Las personas jóvenes son uno de los colectivos que más sufren inestabilidad a lo largo de su trayectoria laboral. Esta inestabilidad comporta un número elevado de transiciones entre diferentes situaciones o estados que se suceden dentro de la misma trayectoria. El proyecto “La acumulación y uso de capital social en los jóvenes con trayectorias laborales de inestabilidad ¿También el efecto Mateo?” (CAPSINES), financiado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, ha estudiado los diferentes mecanismos de búsqueda y obtención de empleo que los jóvenes utilizan. Entre estos mecanismos se ha puesto el foco en el papel que la red de contactos personales, a menudo denominada capital social, puede tener a la hora de mejorar su trayectoria.

El proyecto CAPSINES  ha estudiado el proceso mediante el cual los jóvenes van adquiriendo capital social relacional y lo utilizan en las sucesivas transiciones entre los estados que constituyen su trayectoria laboral. En el proyecto se han evaluado los entornos en que se adquieren los contactos útiles para la investigación y el acceso a la ocupación, el tipo de capital social utilizado en las sucesivas transiciones y las características de la ocupación a la que se accede como resultado del diferente tipo de capital social activado.

Para la reconstrucción de la trayectoria laboral juvenil, el proyecto CAPSINES ha realizado 150 entrevistas estructuradas de carácter híbrido y longitudinal a jóvenes de 29 a 34 años en el área Metropolitana de Barcelona. Esta visión longitudinal ha permitido estudiarlas de forma secuencial, incluyendo información sobre las diferentes transiciones que las componen y los recursos utilizados durante éstas a la hora de buscar y acceder a puestos de trabajo. En términos de búsqueda y acceso a la ocupación, entre estos recursos destaca la red personal de contactos que puede ser utilizada de tres formas: puede aportar información al individuo, puede intermediar para facilitar el acceso, o puede proporcionar directamente un empleo. Los diferentes tipos de contactos que una persona joven puede tener se pueden clasificar como bonding, bridging y linking. Los primeros son contactos con características similares a las de los jóvenes y se mueven en las mismas esferas de sociabilidad (familia, vecinos, amigos). Los segundos, aunque con características similares, se generan en esferas que van más allá de la familia, el vecindario o los amigos. Entre estas esferas destaca la esfera formativa y la esfera laboral, donde se pueden generar recursos más útiles para la búsqueda y obtención de ocupación. Los terceros se refieren a personas con características sociodemográficas diferenciadas y, habitualmente, en posiciones sociales más favorecidas. Cuando hablamos de jóvenes en situación más desfavorecida, estos dos últimos tipos de contactos (bridging y linking) pueden permitir un salto cualitativo en la trayectoria de estos jóvenes, aportando unos recursos más valiosos en términos de inserción laboral.

Los resultados apuntan a las dificultades que tienen los jóvenes de origen más desfavorecido para adquirir y movilizar contactos valiosos en términos de búsqueda y acceso al empleo en relación con otras personas de la misma edad. Estos jóvenes utilizan en mayor medida contactos de tipo bonding, obtenidos en entornos próximos (familiar, vecinal, amigos) que contribuyen poco a una mejora de su trayectoria laboral. A la vez, se ha observado que este perfil de jóvenes, que es el que más necesita el apoyo de políticas que faciliten su inserción, hace poco uso de las políticas activas de empleo. Por otro lado, los resultados muestran una escasa incidencia de estas políticas en términos de mejora o inflexión de sus trayectorias laborales, que son altamente inestables.

Uno de los resultados del proyecto es la elaboración de una guía de recomendaciones dirigida a responsables de políticas orientadas a jóvenes y a personal técnico que trabaja con jóvenes con especiales dificultades de inserción laboral. Las recomendaciones defienden el fomento de espacios de generación y activación de contactos útiles para la inserción laboral, así como una mayor sensibilización y conocimiento del personal técnico sobre el capital social como un recurso útil de inserción laboral.