UABDivulga - Barcelona recerca i innovació

Esta tesis doctoral investiga la interacción que existió entre los ayuntamientos y las instituciones centrales del gobierno franquista respecto a la gestación de los monumentos “a los Caídos por Dios y por España” (o “por la Patria”) erigidos en Cataluña entre 1939 y 1970, es decir, desde la victoria de las tropas “nacionales” hasta casi los últimos años de la dictadura, y con una pluralidad de aspectos relacionados con estas obras, que se construyeron en el espacio público con fines propagandísticos, a menudo sustituyendo otros de conmemoración o estilo rechazados por el nuevo régimen instaurado.

La investigación describe los ceremoniales o actos rituales de homenaje relacionados con estos monumentos, así como el tratamiento arquitectónico y urbanístico que se otorgó en los espacios que alojaban las obras impulsadas por las corporaciones municipales y las particularidades locales y factores socioculturales y razones de organización y normativas que habrían influido en la elección de unos modelos tipológicos y estilísticos, en sus emplazamientos y en la génesis de los proyectos y la ejecución de las obras, elementos en los que se evidencia un escenario caracterizado por una multiplicidad de situaciones distintas.

La parte inicial de este trabajo se centra en la base teórica, el contexto histórico y los aspectos ideológicos, propagandísticos, estéticos y relativos a la idiosincrasia del régimen franquista que fueron determinantes para la gestación de estos monumentos. El análisis de las realidades locales se ha llevado a cabo por poblaciones*, agrupando las iniciativas monumentales que se impulsaron, y clasificadas en cuatro grandes ámbitos territoriales: el área de proximidad de Barcelona, la Cataluña central, las tierras de Poniente y las comarcas nororientales. La ciudad de Barcelona se analiza separadamente, como capital y debido a su singularidad, tanto en el aspecto artístico y urbanístico como por su complejidad y diversidad de monumentos.

La reconstrucción de las casuísticas de los diferentes municipios y los comportamientos de los ayuntamientos respecto a los procedimientos seguidos, la cronología y temporalidad con la que los monumentos fueron aprobados, diseñados y erigidos y la elección de los proyectos han demostrado que, contrariamente a la extendida visión de uniformidad con la que a menudo se contempla este periodo histórico, no existía un criterio unificado o una interpretación unitaria de las directrices, los estándares y las normas en la materia.

También se ha comprobado, en líneas generales, una evolución entre las obras construidas con mayor inmediatez al consolidarse el ascenso de Franco, los monumentos definitivos que se levantaron durante los primeros dos tercios de los años cuarenta y los que vieron la luz con posterioridad.

Todo y así, también se han podido identificar divergencias entre, por un lado, zonas en que se prefirió seguir una tendencia continuista de unos cánones y convenciones estéticos, como la geometría cuadrangular, la sobriedad, las formas clasicistas, la severidad y la verticalidad, que respondían a unos dictámenes y principios que, de manera genérica y difusa, habían emitido los dirigentes o teóricos próximos al régimen e integrantes del pensamiento fascista español, y unas ciudades que, por otro lado, apostaron por cierta innovación y progreso estilístico y buscaron cierta originalidad y diferenciación en las creaciones que exhibieron en sus espacios urbanos.

Relacionado con este hecho, cabe decir que se ha revelado, en la compilación de la documentación de tramitación de aprobación de los proyectos por parte del poder central, que el control fue mayor durante el primer franquismo, imponiendo modificaciones que son muestra del momento de mayor obstinación y rigidez del régimen y, como resultado, redirigiendo las decisiones locales.

Paralelamente, se han encontrado casos en que se proyectaron y aprobaron monumentos que nunca se llegaron a construir y en que se adoptó una solución conmemorativa alternativa.

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* En total, el trabajo ha analizado una treintena de monumentos, localizados en Granollers, Mataró, El Vendrell, Sabadell, Terrassa, Manresa, Solsona, Igualada, Vilanova i la Geltrú, Lleida (los diferentes monumentos que se  erigieron), Tremp, Balaguer, Tortosa (tanto la  'Cruz a los Caídos'  como el monumento 'a la Batalla del Ebro'), Reus, Montblanc, Olot, Banyoles, Ripoll, Girona y la Bisbal de l'Empordà.
 
Como monumento principal de Barcelona, se ha hecho un estudio en profundidad del grupo escultórico de Josep Clarà que existió a la Avenida Diagonal, ante el Palacio de Pedralbes. Esta es una de las obras que pone de manifiesto la adopción del estilo noucentista durante este periodo y la apuesta por algunos artistas de gran calidad y prestigio. Además del material de archivo de su gestación, los planos y las memorias de los proyectos consultados en todas las obras, en este caso se ha accedido y presentado también material inédito de gran importancia, como las maquetas del escultor y los dibujos y notas extraídos de sus dietarios. Otros monumentos estudiados en la ciudad han sido el Fossat de Santa Elena, en Montjuic, el Panteón del Soldado del cementerio de Sant Andreu, el Obelisco que se levantó en la Plaza de Cataluña y los proyectos del escultor Frederic Marès.

El trabajo establece también la comparación con monumentos de otras comunidades autónomas y otros episodios históricos.