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Los suidos (cerdos, babirusas, facoqueros, y otros parientes extintos) son una familia de artiodáctilos (ungulados de dedos pares) no rumiantes representada actualmente por una única subfamilia: los suinos. Sin embargo, durante el Mioceno (23–5 Ma), los suidos llegaron a ser mucho más diversos, incluyendo hasta cinco subfamilias distintas, como los tetraconodontinos y los listriodontinos. A pesar de ser frecuentes en el Mioceno de Europa, durante muchos años los suidos de la cuenca del Vallès-Penedès han sido muy poco estudiados. Esto ha cambiado drásticamente durante los últimos años, gracias a trabajos en curso destinados a esclarecer su identidad taxonómica. De hecho, tres artículos que hemos publicado recientemente en Journal of Mammalian Evolution, describen restos de suidos de tres yacimientos de esta cuenca: Castell de Barberà (Barberà del Vallès) y Can Missert y Creu de Conill 20 (Terrassa).

Estos tres yacimientos tienen una edad similar, correspondiente al Vallesiense inicial (alrededor de 11,2 Ma). El Vallesiense es una edad de mamíferos terrestres que fue originariamente definida por Miquel Crusafont-Pairó a partir del registro fósil de la cuenca del Vallès-Penedès. Hasta hace poco, se pensaba que sólo los équidos hipparioninis (caballos tridáctilos de un linaje distinto de los actuales) se habían dispersado hacia Europa a principios del Vallesiense. En cambio, las investigaciones realizadas durante la última década muestran que la transición entre las faunas prevallesienses y las vallesienses de Europa supuso un recambio más importante de lo que se pensaba tradicionalmente. No sólo implicó la progresiva sustitución de múltiples géneros y especies (debido a evolución in situ) sino también la dispersión aparentemente simultánea de diversos elementos orientales—incluyendo los équidos hipparioninis, los jiráfidos y los félidos dientes-de-sable—a principios del Vallesiense._{Figura 1: Dientes yugales superiores (P2–M3) de Propotamochoerus palaeochoerus de Castell de Barberà (IPS1751–IPS1760). Reproducido a partir de McKenzie et al. (2024).}

La composición de las asociaciones de suidos de los tres yacimientos mencionados anteriormente, que registran la coexistencia de un tetraconodontino de grandes dimensiones (Parachleuastochoerus valentini) con un suino de tamaño similar (Propotamochoerus palaeochoerus), confirman que esta última especie fue otro inmigrante llegados desde Asia a principios del Vallesiense. Durante mucho tiempo se pensó que P. palaeochoerus, que es el suino más antiguo de Europa, había llegado bastante antes del Vallesiense. Pero recientemente esto se ha atribuido a una confusión con Pa. valentini y la datación incorrecta de algunos yacimientos (como Castell de Barberà). La abundante presencia de P. palaeochoerus en los tres yacimientos mencionados (y su ausencia en yacimientos más antiguos) confirma que esta especie llegó a Europa coincidiendo aproximadamente con los équidos hipparioninis, siendo por tanto un buen marcador biocronológico del Vallesiense.