Pastores y lugares de estabulación de ganado en el noreste de Iberia durante la Prehistoria
En cualquier paisaje rural, la presencia de elementos arquitectónicos bajo los nombres de cercados, tancats, bordas o pletas advierten de una actividad que en la actual sociedad post-industrial ha entrado en declive: el pastoreo.
Actualmente, el Centre d’Estudis del Patrimoni Arqueològic de la Prehistòria (CEPAP-UAB) coordina un proyecto de investigación sobre la Cova Gran de Santa Linya, un abrigo localizado en la primeras estribaciones del Prepirineo de Lleida. Este yacimiento preserva un registro arqueológico que advierte del uso de este entorno durante los últimos 50.000 años, clave para investigar la presencia de los últimos neandertales, la irrupción de los primeros humanos modernos y la aparición de los primeros grupos agro-pastores en el noreste de Iberia.
En este abrigo de más de 2.000 m2 de superficie se excavó un sector de 35 m2, por debajo del actual nivel del suelo, donde se identifica un paquete de sedimentos negruzcos y ricos en materia orgánica y que alcanzan un metro de espesor. Estos sedimentos son habituales en cuevas y abrigos prehistóricos de las montañas de la Península Ibérica, los Alpes y los Balcanes.
El estudio micromorfológico de las muestras extraídas de ese perfil permite caracterizar los procesos relacionados con la formación de estos sedimentos. Este análisis señala que son el resultado de la acumulación de excrementos de ovicápridos, lo que implica el estabulado de animales en esta zona del abrigo. Estos sedimentos no sólo aparecen en esta zona, sino que han sido detectado por una amplia superficie, lo que sugiere que durante la Prehistoria el abrigo fue frecuentado por rebaños. Igualmente, esta técnica identifica que en varias ocasiones se prendió fuego para reducir el volumen de residuos y preparar el lugar en vistas a futuras visitas.
Pese a que la interpretación arqueológica de estos depósitos no es fácil, ya que el registro material recuperado es escaso y poco diagnóstico, bioindicadores como dientes de leche caídos de las crías y coprolitos (excrementos fósiles) de ovicápridos avalan ese uso. Igualmente, las cerámicas recuperadas señalan que fueron sometidas a un intenso pisoteo por animales estabulados, y se han recuperado fragmentos de las denominadas queseras, que se relacionan con la obtención de derivados lácteos. Las fechas 14C extraídas de la estratigrafía constatan dos fases de intenso uso del abrigo como corral, durante el Neolítico final y Calcolítico (entre 5.000 y 3.000 cal BP o años solares). Entre estos momentos se interpola un evento hídrico, de 700 años de duración, que provoca una intensa erosión del depósito.
El uso de cuevas y abrigos como lugares de estabulación en el Prepirineo de Lleida está documentado desde la aparición de los primeros agro-pastores. Varias cuevas contienen sedimentos similares y con una mayor antigüedad que en la Cova Gran, aunque estos sitios parecen describir movimientos de rebaños dentro de una escala local, a fin de sostener las necesidades relacionadas con la subsistencia de pequeños asentamientos agrícolas.
Pensamos que en la Cova Gran esas prácticas tendrían una orientación diferente. Pese a que actualmente no se identifican cercados o elementos arquitectónicos similares, señalamos que en gran parte de la superficie del abrigo aparecen esos sedimentos negruzcos que se relacionan con el estabulado de ganado. Otros atributos como su fácil acceso, la presencia continua de agua y su alta conectividad regional permiten proponer una hipótesis que pretendemos testar en el futuro. Su posición estratégica en las primeras sierras del Prepirineo podría convertirla en una parada regular de las gentes prehistóricas en los desplazamientos de rebaños entre las llanuras que conforman la Depresión del Ebro (como la Plana de Lleida) hacia los pastos de altura localizados en el interior del macizo pirenaico. Estos trayectos que pueden llegar a superar el centenar de kilómetros deberían incluir lugares en los que estabular animales.
Bajo esta perspectiva, la Cova Gran denota la instalación recurrente de rebaños de ovicápridos, posiblemente de gran tamaño, dentro del abrigo. Pensamos que esta cabaña podría aglutinar animales de diversas procedencias, hasta conformar un gran rebaño que se dirigiera hacia los pastos de montaña durante el verano. Por otro lado, su ubicación en una zona tradicionalmente rica en pastos de invierno permite sugerir su ocupación durante esa estación.
La Cova Gran de Santa Linya aporta informaciones relevantes para analizar la aparición de incipientes rutas de trashumancia regional por las que transitaran rebaños de ovicápridos en el nordeste de la Península Ibérica. Este tipo de pastoreo es una actividad que se originaría durante la Prehistoria, y que hasta hace pocos años ha tenido una importancia capital en la vida de las gentes del Pirineo.
Departamento de Geografia, Prehistoria y Arqueologia (Euskal Herriko Unibertsitatea)
Jorge Martínez-Moreno
Centre d'Estudis del Patrimoni Arqueològic de la Prehistòria (CEPAP-UAB)
Alfonso Benito
Centro Nacional de Investigacionces sobre la Evolucion Humana (CENIEH)
Rafael Mora (Investigador ICREA Acadèmia)
Centre d'Estudis del Patrimoni Arqueològic de la Prehistòria (CEPAP-UAB)
Referencias
Polo, Ana; Martínez-Moreno, Jorge; Benito, Alfonso; Mora, Rafael. Prehistoric herding facilities: site formation processes and archaeological dynamics in Cova Gran de Santa Linya (Southeastern Prepyrenees, Iberia). Journal of Archeological Science 41: 784-800. 2014. DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.jas.2013.09.013.