Pobreza juvenil y familia en España
Uno de los sucesos demográficos más importantes que ha tenido lugar en España desde una perspectiva histórica reciente ha sido el "baby-boom" de los años sesenta y setenta. La "adaptación a las circunstancias" de estas generaciones de jóvenes (y de sus familias) vía una importante retraso en la emancipación residencial y en la maternidad ha sido clave en la prevención de un empeoramiento de su bienestar económico.
Los resultados de este trabajo muestran cómo la reducción del riesgo de pobreza entre los jóvenes que conviven con los padres se explica por el hecho de que un número creciente de jóvenes españoles cohabitan con ambos padres trabajadores. De esta manera, se observa cómo el aumento de la participación femenina en el mercado de trabajo habría jugado un papel crucial en la reducción del riesgo de pobreza entre los jóvenes. La dependencia económica y el retraso en la emancipación residencial, por tanto, se habrían dado sobre todo en aquellas familias que mejor pueden permitírselo económicamente.
Por otro lado, el salario de los jóvenes que trabajan y conviven con los padres ha resultado un factor cada vez más importante en la reducción del riesgo de pobreza familiar -incluso cuando las condiciones laborales de los jóvenes en el mercado laboral no han parado de empeorar. Por tanto, el flujo de ayuda económica, de los hijos que trabajan, a los padres habría ganado relevancia con el tiempo, especialmente, en las casas donde los progenitores se encuentran en el paro o son inactivos. La convivencia con los padres ha resultado, pues, una estrategia familiar en la que, económicamente, salen ganando tanto los jóvenes como sus padres.
Desde una perspectiva económica, los resultados del artículo también muestran cómo la caída de la tasa de fecundidad entre los jóvenes se explica por las crecientes dificultades económicas que las parejas confrontan a la hora de mantener su descendencia por encima del umbral de la pobreza.
Por el lado positivo, si no se hubiera aceptado el retraso en la emancipación y en la maternidad como una estrategia natural para hacer frente a la precariedad del mercado laboral o a las dificultades de acceso a la vivienda, entre otras, un número más importante de jóvenes habrían sufrido una desventaja económica impuesta por restricciones en cuanto a las decisiones de ciclo vital de los jóvenes, retrasa la adquisición de autonomía y limita el desarrollo de las oportunidades vitales. Como resultado, los jóvenes españoles viven en un estado de semidependencia anormalmente largo en comparación con el resto de jóvenes europeos.
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