Por un mejor tratamiento de la tuberculosis
La tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades más importantes en salud pública en todo el mundo. Alrededor de nueve millones de casos incidentes de tuberculosis se estimaron en 2010 según el último informe de la OMS. Actualmente, el tratamiento estándar recomendado por la tuberculosis es de 6 meses con isoniacida, rifampicina, etambutol y pirazinamida. Estos cuatro fármacos son los mismos que se llevan utilizando en los últimos 50 años.
En este sentido, recientemente se ha propuesto tratamientos con nuevos fármacos que permiten acortar la duración de los mismos. Por otra parte, el tratamiento de pacientes infectados con cepas resistentes a los fármacos antituberculosos requiere de una pauta individualizada depende de la resistencia a fármacos, la toxicidad en el paciente o los fármacos disponibles. El tratamiento de la tuberculosis multirresistente complica aún más la curación del enfermo ya que la resistencia a la isoniazida y la rifampicina, considerados fármacos altamente bactericidas, hace que deban retirarse del tratamiento, requiriendo la utilización de fármacos de segunda línea. Estos fármacos de segunda línea son más tóxicos, caros y requieren alargar aún más el tratamiento favoreciendo fracasos terapéuticos y abandonos del tratamiento.
Por ello, es clave diseñar tratamientos eficientes, evitando así un fracaso terapéutico o recaída, la transmisión de la tuberculosis multirresistente o la aparición de resistencias adquiridas. Los aminoglucósidos, como la kanamicina o la amikacina, fluoroquinolonas como levofloxacino y el moxifloxacino y otros fármacos como el linezolid y la clofazimina están considerados de elección en el tratamiento de la tuberculosis multirresistente. Es importante profundizar sobre el efecto de las diferentes pautas posibles para tratar estos casos, ya que la existencia de interacciones entre los fármacos de la combinación podría mejorar o deteriorar el resultado final del tratamiento.
En este estudio, llevado a cabo por investigadores de la UB en colaboración de la UAB, se planteó determinar el efecto de combinaciones de tres fármacos de segunda línea incluyendo tres de los siguientes: levofloxacino, linezolid, amikacina y etambutol, enfrentándose las cepas multirresistentes y cepas sensibles de la bacteria que causa la enfermedad, Mycobacterium tuberculosis. Se comparó este efecto con el producido por la combinación incluyendo isoniazida, etambutol y rifampicina.
Las cepas utilizadas para el estudio eran provenientes de enfermos diagnosticados y tratados en el Hospital Clínico de Barcelona. La metodología utilizada fue una adaptación a la llamada técnica del tablero de ajedrez que evalúa el efecto de los fármacos cuando están en combinación en un modelo in vitro. Las combinaciones testadas no dieron efectos ni antagónicos ni sinérgicos, indicando que estas combinaciones serían adecuados al tratamiento, ya que el efecto de los fármacos en combinación es el mismo que los fármacos individuales y la combinación no disminuiría el efecto de ninguno de los fármacos.
Además, las combinaciones que incluían fármacos de segunda línea resultaron igual de efectivas que la combinación de isoniazida, rifampicina y etambutol frente de cepas sensibles, indicando de esta manera la utilidad de las combinaciones con fármacos de segunda línea para tratar a los enfermos infectados con estas cepas y de conseguir acortar la longitud del tratamiento.
Referencias
Rey-Jurado E, Tudó G, de la Bellacasa JP, Espasa M, González-Martín J. "In vitro effect of three-drug combinations of antituberculous agents against multidrug-resistant Mycobacterium tuberculosis isolates" Int J Antimicrob Agents. 2013 Mar;41(3):278-80. doi: 10.1016/j.ijantimicag.2012.11.011.