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Los hombres jóvenes que tienen sexo con otros hombres tienen relaciones sexuales a edades más tempranas que generaciones anteriores, por lo que corren un mayor riesgo de contraer el VIH que sus homólogos heterosexuales o los hombres que tienen sexo con hombres (HSH) de más edad. Les hacen especialmente vulnerables al VIH los comportamientos impulsivos, no planeados, que forman parte intrínseca de la construcción identitaria de cualquier joven. Se sabe que la percepción del riesgo de contraer el VIH es crucial para tener comportamientos de menos riesgo. No obstante, muchos jóvenes no son conscientes de los riesgos del VIH o tienen una percepción muy diferente del riesgo tal como se define a nivel sanitario. Estudiamos qué factores condicionan que los jóvenes HSH de Argentina subestimen el riesgo de adquirir el VIH. La subestimación del riesgo se definió como una autopercepción de riesgo inferior al riesgo real. La autopercepción de riesgo se midió con Perceived HIV Risk Scale y se comparó con el riesgo real de infección por VIH medido con HIV Incidence Risk Index.

La media de edad fue de 21 años. Un poco más de la mitad (57%) subestimaba su riesgo real de VIH. Algunos predictores psicosociales de infravaloración de la infección por riesgo de VIH incluyeron no haber experimentado homofobia interiorizada, ciertos estatus de pareja por un cierto tiempo (por ejemplo, tener desde hace más de tres meses una pareja estable o un amigo con derecho a roce), consumir LSD, ir a locales específicos (bares gais) o utilizar aplicaciones específicas para conocer parejas sexuales. Mientras que otros estatus de pareja por otro tiempo (por ejemplo, una relación abierta con una pareja estable durante más de dos años o haber mantenido relaciones sexuales por última vez con un amigo con derecho a roce) y otros lugares de encuentro disminuyeron esa infravaloración.

Tener parejas sexuales simultáneas es común entre estos jóvenes, así como también lo es tener sexo anal sin protección con parejas ocasionales mientras se está en una relación sexual estable. Existe la creencia de que las relaciones esporádicas son las causantes de la transmisión del VIH, aunque no hay pruebas que lo respalden. Diversas investigaciones sugieren que la mayoría de las nuevas infecciones por VIH en jóvenes HSH se producen en el contexto de relaciones estables. El uso del preservativo dentro de las relaciones estables es variable dado que la percepción del riesgo de VIH es baja cuando se está en pareja. Un estudio longitudinal descubrió que los jóvenes HSH clasificaban una relación como seria tras menos de seis meses de contacto sexual, mientras que, en este estudio, clasificaron una relación como seria tras menos de tres meses de contacto sexual.

Nuestros datos señalan que las personas sin homofobia interiorizada presentan mayor infravaloración del riesgo de VIH. Esta infravaloración debería estudiarse en profundidad y evaluar si la presencia de rasgos de homofobia interiorizada interviene o no la subestimación del riesgo de VIH, en la autopercepcón de riesgo y/o en el riesgo real de infección por VIH.

Estos aspectos psicosociales deberían incluirse en las estrategias de reducción del riesgo de VIH. Es importante que futuras investigaciones caractericen la complejidad de las relaciones entre los jóvenes HSH, identificando los procesos por los que el estado de la relación cambia con el tiempo y se estrecha, así como su relación con la subestimación del riesgo de VIH.