"Sin nuevas ideas científicas es imposible innovar"
¿Cuáles han sido los principales objetivos de este curso?
Todo el programa ha sido planteado de manera muy orgánica, flexible y participativa. Sin dejar de tratar algunos conceptos teóricos imprescindibles sobre nanotecnología e ingeniería, hemos puesto mucho énfasis en enseñar una vertiente más creativa y emprendedora de la ciencia. Con este pretexto hemos visitado incubadoras de empresas, centros tecnológicos o entidades como el Parc de Recerca UAB y Barcelona Activa para mostrar a los alumnos el ecosistema innovador que les rodea.
¿Cómo surge esta colaboración entre las entidades organizadoras?
Ya hace tiempo que tenía pensado organizar un curso de innovación en nanotecnología en la Universidad de Texas. Pero me di cuenta que muchos estudiantes querían estudiar fuera, hacer intercambios. Así que pensé en colaborar con alguna otra universidad. La UAB tiene un grado en nanociencia y nanotecnología y esto hizo que la colaboración para sacar adelante el curso fuera ventajosa para ambas partes.
El curso ha contado con alumnos de ambas universidades. ¿Cuáles son las ventajas de reunir estudiantes de diferentes nacionalidades?
Una parte importantísima del curso ha sido aprender a trabajar en equipo. Y la intersección entre estudiantes de diferentes países es la mejor manera de conectarlos a un pensamiento más global. Claramente la ventaja está en reunir dos culturas y experiencias diferentes y hacer que trabajen juntas. De esta manera no sólo se perfeccionan sus habilidades comunicativas sino que también aprenden a trabajar profesionalmente con personas desconocidas. Y eso es muy enriquecedor.
¿Por qué es importante formar con una mirada emprendedora a los estudiantes?
Yo he fundado dos empresas sin ningún tipo de formación específica. Aún así el mundo está cambiando y cada vez hay más oportunidades para las personas que no quieren limitarse a trabajar para grandes empresas sino que quieren desarrollar sus propios proyectos. Si desde un inicio enseñamos a los alumnos que existe esta posibilidad tendrán la oportunidad y las herramientas para llevar adelante sus ideas. El objetivo es abrir su horizonte.
¿Qué implicaciones tiene la nanotecnología en el desarrollo económico y social?
Es el futuro. Aunque no el presente. Lo que tiene de especial la nanotecnología, y que creo que esto la hace especialmente interesante para los alumnos, es que tiene infinitas aplicaciones. No se trata sólo de crear materiales con nuevas propiedades sino que se puede aplicar en muchísimas áreas. Pero precisamente es este abanico tan amplio de aplicaciones lo que hace importante abordar desde las aulas los problemas éticos y sociales que pueden conllevar los descubrimientos.
¿En qué consiste su investigación en la Universidad de Texas?
Esencialmente lo que hacemos desde mi grupo de investigación es crear materiales con nuevas propiedades antes inexistentes. Actualmente estamos trabajando con pinturas y tintas con propiedades similares a las placas solares. También tenemos un estudio abierto para la mejora de las baterías y, finalmente, tenemos una línea dedicada a la nanomedicina para la detección del cáncer. Si bien es cierto que nuestra línea de trabajo últimamente tiende a dirigirse hacia el sector medioambiental y de sostenibilidad energética, una de las ventajas de la nanotecnología es que no te encasilla en un sector.
En 2001 fundó Innovalight, su primera empresa, y en 2007 creó Piñon Technologies. ¿Su experiencia impulsándolas fue similar?
Innovalight estaba dedicada a comercializar mi investigación en la creación de tintas de nanocristales para mejorar la eficiencia energética de las placas solares. En cambio, Piñon Technologies se basa en la producción de transistores de alto rendimiento. Los modelos de las dos empresas son completamente diferentes y las dos han sido exitosas por distintas razones. De esta experiencia me gusta enseñar que no existe un solo modelo de éxito.
Al transferir conocimiento de la universidad al mercado, ¿cuál cree que es la principal diferencia entre EEUU y España?
Pienso que la principal diferencia entre los dos países recae principalmente en la escasa inversión privada que hay en España. Por no decir que es completamente nula.
¿Cree que la universidad debe liderar la innovación científica y tecnológica de un país?
Es una parte muy importante. Sin nuevas ideas científicas es imposible innovar. Si un país quiere un buen tejido empresarial con compañías capaces de nacer de la nada y crecer hasta convertirse en grandes empresas, hay que apostar por las tecnologías punteras. Pero en este proceso no sólo se necesitan grandes científicos sino también buenas ideas. Y eso es lo que hemos intentado trabajar en este curso.