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Uno de los avances tecnológicos más relevantes de las últimas décadas en el campo de la medicina ha sido el desarrollo de las técnicas de diagnóstico por imagen, entre las que cabe destacar la resonancia magnética (RM).

La RM, comparada a otras técnicas de diagnóstico, como la tomografía computerizada (TC) tiene importantes ventajas: elevada capacidad de contraste en los tejidos que permite alcanzar elevados niveles de sensibilidad en la detección de lesiones; capacidad multiplanar que permite obtener planos tomográficos en cualquier orientación del espacio y, finalmente, inocuidad para las personas siempre que se sigan unas mínimas normas de seguridad.

Debido a la capacidad de obtener imágenes in vivo y de forma no invasiva, la RM ha supuesto un antes y un después en el conocimiento anatómico y funcional del cerebro. Actualmente también es la técnica más utilizada en el diagnóstico y caracterización de diferentes procesos (tumorales, desmielinizantes, inflamatorios, neurodegenerativos...) que afectan al sistema nervioso central. De entre estos procesos destaca la esclerosis múltiple (EM), que corresponde a una enfermedad inflamatoria-desmielinizante y neurodegenerativa que afecta predominantemente a mujeres jóvenes y de la que aún no se conoce su etiología, ni tiene tratamiento curativo. Los enfermos que padecen esta enfermedad, unos 4000 en Cataluña, se han beneficiado de forma muy importante del uso clínico de la RM, ya que su diagnóstico se fundamenta en gran parte en los descubrimientos de las imágenes obtenidas mediante esta tècnica.

Existen diversas iniciativas para avanzar en el conocimiento de la RM en la EM, como el MAGNIMS (MAGnetic resonance Imaging in Multiple Sclerosis), un red de centros académicos hospitalarios europeos que tienen un interés común en profundizar en la EM mediante RM y de la que las unidades de Resonancia Magnética y de Neuroinmunología Clínica del Hospital del Vall d'Hebron forman parte.

Dentro del marco de este consorcio europeo, el Dr. Rovira de la Unidad de Resonancia Magnética del Vall d'Hebron (URMVH) ha publicado un trabajo recientemente en la revista Archives of Neurology (Arch Neurol. 2009 May; 66(5):587-92), donde demuestra que un único estudio de RM realizado dentro de las primeras semanas después de la instauración de un primer episodio neurológico, sugestivo de tener un origen inflamatorio-desmielinizante, es suficiente para poder establecer el diagnóstico de esclerosis múltiple. Este estudio propone que la presencia simultánea de lesiones que captan y no captan después de la administración de contraste por vía intravenosa (gadolinio) (Figura) se puede utilizar como criterio para establecer el diagnóstico de esclerosis múltiple, ya que indica la presencia de lesiones en diferentes fases evolutivas (con y sin inflamación activa) y por tanto, diseminadas en el tiempo -uno de los requisitos esenciales para establecer el diagnóstico de esta enfermedad.

Esto representa un paso importante para simplificar el proceso diagnóstico de esta enfermedad, ya que los criterios actualmente aceptados requieren o la obtención de al menos dos estudios de RM o bien un único estudio pero realizado dentro de los tres primeros meses tras el episodio clínico inicial. Por tanto, los resultados del estudio podrían tener un impacto favorable no tan sólo en el coste del procedimiento diagnóstico, sino también en el manejo del paciente, ya que facilitaría el poder ofrecerle un diagnóstico de forma rápida y sencilla. Todo ello tiene una gran relevancia hoy en día ya que el tratamiento precoz de estos enfermos con terapias inmunomoduladoras, aunque no son curativas, sí que modifican el curso de la enfermedad y producen un claro efecto beneficioso, disminuyendo la frecuencia de posteriores episodios neurológicos y, probablemente, retrasando el desarrollo de una discapacidad neurológica irreversible.